¡Malas noticias! Se deterioran de las expectativas de los especialistas en el primer semestre del 2024.
El pasado jueves 27 de junio se reunió la Junta de Gobierno del Banco de México para tomar una decisión sobre su postura de política monetaria. Por mayoría de votos la Junta de Gobierno decidió mantener sin cambio la tasa de interés objetivo cuyo nivel actual es del 11%. La principal explicación es el “repunte de la inflación entre abril y la primera quincena de junio ante un incremento de la inflación no subyacente”. Cabe señalar que la postura de política monetaria se encuentra en el plano restrictivo tal como se observa en el gráfico.
De acuerdo con Banco de México la tasa real ex-ante de corto plazo (línea roja) se calcula como la diferencia entre el objetivo de la tasa de interés interbancaria a un día y la media de las expectativas de inflación a 12 meses extraída de la Encuesta Sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado (EEEESP). La zona azul refiere al intervalo de la tasa neutral de corto plazo en el largo plazo. Si la línea roja está dentro de la zona azul, la postura monetaria es neutral. Si la línea roja se encuentra por arriba de dicha zona, la postura monetaria es restrictiva, tal como la tenemos en este momento debido a que la inflación permanece fuera del intervalo superior (4%) del rango de variabilidad de su objetivo. La tasa real ex-ante en mayo del presente año se ubicó en 7.19%. En cuanto a las expectativas de las principales variables macroeconómicas para el primer semestre del presente año, en general, se ha observado un deterioro por parte de los especialistas del sector privado. Con base en la EEEESP y tomando como el dato de cada variable la mediana, en enero los especialistas pronosticaban un crecimiento de la economía para el 2024 del 2.40% y de 1.94% para el 2025. Para junio la expectativa ha disminuido a 2% y 1.78% para 2024 y 2025, respectivamente. Conforme nos acerquemos al final del año dichas expectativas tenderán a disminuir un poco más. El crecimiento ha ido notablemente a la baja, síntoma de que el gobierno no supo aprovechar el rebote después de la fuerte caída del 2020.
Para la inflación sucede algo similar, en enero los especialistas esperaban que terminara el 2024 en 4.17% y 3.71% en el 2025. Para junio, las expectativas se incrementan a 4.23% y 3.76% para 2024 y 2025, respectivamente. Para que tengan una referencia real, la inflación para la primera quincena de junio se ubicó en 4.78%. mientras que para la segunda quincena de mayo fue 4.59%. Esta variable sigue sin ceder y la autoridad monetaria continua sin cumplir su objetivo de inflación del 3%, sin embargo, la Junta de Gobierno espera que para el cuarto trimestre del 2025 la inflación converja a su meta.
En cuanto al tipo de cambio, la historia no es del todo diferente. En enero, se esperaba un nivel de 18.50 pesos por dólar para el final del 2024 y de 19.10 para 2025. Gracias a la depreciación post-elecciones las expectativas se ajustaron al alza, pasando a 18.73 y 19.36 pesos por dólar para 2024 y 2025, respectivamente. Al cierre del martes 2 de julio, el tipo de cambio spot se ubicó en 18.27 pesos por dólar. Es altamente probable que el tipo de cambio sufra otra depreciación de aprobarse las reformas ordenadas por el presidente.
Es importante tomar en consideración la tasa de interés de los CETES a 28 días, ya que es la tasa de referencia para realizar cualquier tipo de inversión. En la encuesta de enero, la expectativa para el cierre del 2024 era de 9.23%, mientras que para el 2025 de 7.48%. Debido a que la inflación parece no ceder, en la encuesta de junio los especialistas esperan que la tasa de Cetes a 28 días termine el 2024 en 10.25% y el 2025 en 8.07%. Esto significa que se espera que el Banco de México reduzca la tasa de interés de política monetaria hasta 10.25% en lo que resta del 2024. En este momento el rendimiento de los CETES se ubica en 11.02%.
Por último, incluimos las expectativas del déficit público porque representa el endeudamiento del gobierno, así como los requerimientos financieros del sector público, ambos como porcentaje del Producto Interno bruto (PIB). En cuanto al déficit público, en la encuesta de enero se esperaba un déficit de 4.9% para el 2024 y 3.5% para el 2025. En junio hubo pequeños cambios, la expectativa para 2024 se incrementó a 5% y la de 2025 quedó sin cambios. Las expectativas de los requerimientos financieros del sector público para enero eran de 5.4% y 4% para 2024 y 2025, respectivamente. En la encuesta de junio solo cambia el valor para el 2024, el cual se eleva a 5.9%.
En resumen, las expectativas presentadas no son muy alentadoras aunque nos quieran obligar a ver lo contrario. Esperaremos la encuesta de julio que se publicará el 1 de agosto para verificar si mejoraron o empeoraron las expectativas. Usted estimado lector, saque sus propias conclusiones, aquí ya le reunimos la información necesaria y real.
Mtro. Luis Alberto Bravo Pérez
Analista económico
Siempre atento al rumbo de la economía de México y siempre con un estudio muy real y muy bien documentado. Felicidades Maestro Luis Alberto Bravo.