El efecto de la destrucción de instituciones y la incertidumbre política sobre el tipo de cambio
El pasado 2 de junio fuimos testigos de la aplastante victoria del partido Morena en alcaldías, gubernaturas, la Presidencia de la República y el Congreso. Aproximadamente el 60% de los votantes le dieron toda la confianza al partido en el poder para continuar gobernando, pero los inversionistas, plenamente informados, tienen una opinión distinta y esto se reflejó en el tipo de cambio después de las elecciones.
A partir de la crisis financiera de 1995 México adoptó el régimen de tipo de cambio flexible, lo cual significa que el precio del peso frente al dólar se determina mayormente por las fuerzas del mercado, es decir, por la interacción entre la oferta y la demanda de divisas. El encargado de la política cambiaria es la Comisión de Cambios de la Secretaria de Hacienda que está integrada por el Secretario y Subsecretario de Hacienda, otro secretario de esta dependencia, la gobernadora del Banco de México más dos subgobernadores de la institución monetaria.
La Comisión de Cambios puede intervenir cuando existen depreciaciones abruptas, pero sobre todo que tienen efectos permanentes sobre la economía, en especial sobre la inflación gracias al llamado traspaso de tipo de cambio a los precios. Las intervenciones pueden ser directas mediante la subasta de dólares para disminuir el exceso de demanda por esta divisa o mediante mecanismos indirectos como la política monetaria, subiendo las tasas de interés, por ejemplo. En este segundo caso se le paga al inversionista un rendimiento mayor como premio por mantener sus posiciones en bonos gubernamentales.
Recordemos que el Banco de México goza legalmente de autonomía, aunque en la realidad parece haber una fuerte influencia del presidente que ha tenido efecto sobre las decisiones de la Junta de Gobierno.
El 31 de mayo el tipo de cambio spot cerró en los $17.35 aproximadamente. A partir del 3 de junio inició una tendencia al alza que culminó con su punto máximo el 12 de junio donde alcanzó los 18.75 pesos por dólar, es decir, una depreciación de alrededor del 8%.
Después de dicha fecha se ha observado una ligera calma en los mercados y se ha experimentado una ligera tendencia a la baja, al momento de redactar este blog el tipo de cambio spot se ubica en los 18.13 pesos por dólar, lo que implica una apreciación de 3.3% respecto a nivel máximo.
¿Por qué se comporta de esta forma el tipo de cambio? Esta importante variable macroeconómica tiene como función ser un amortiguador de choques internos y externos para evitar que éstos tengan un efecto sobre la economía real. También podemos decir que es un tipo de termómetro de la economía, cuando notamos una depreciación relativamente fuerte es porque algo está “caliente” como sucedió después de las elecciones.
El problema han sido los mensajes continuos del presidente, del Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, y de la presidenta electa sobre la aprobación en septiembre de la Reforma Judicial cuyo objetivo es quitarle la independencia al Poder Judicial y cuyo resultado será una mayor concentración del poder en manos del Ejecutivo. Esto es peligroso porque, al tener mayoría calificada en el Congreso, fácilmente pueden llevar a cabo las reformas que “se les dé la gana”, literalmente. Recuerden que a solicitud expresa del presidente, las iniciativas mandadas al Congreso no se les debe cambiar ni una coma, además de tener gente leal más que gente capacitada para ejercer su puesto.
Esto sin duda no cayó bien en los inversionistas que buscan estabilidad política y económica en los países en los cuales invierten su dinero, además buscan que se respeten los derechos de propiedad privada a través de leyes y regulaciones que sean claras y que se apliquen correctamente, situación que difícilmente ocurre en México porque poco a poco han ido destruyendo las instituciones autónomas.
Para que noten el nivel de influencia del presidente en el Banco de México, una vez sucedida la depreciación del tipo de cambio, la Gobernadora del Banco de México, que por cierto no tiene absolutamente nada que hacer en su puesto, salió en conferencia de prensa a mencionar que estaban listos para una intervención y que el tipo de cambio no siguiera su tendencia al alza. No recuerdo ninguna intervención desde el año 2003 después de una depreciación tan solo del 8%. Claramente el nivel del tipo de cambio previa a las elecciones había sido una de las anclas del presidente y de la campaña presidencial para aludir al excelente manejo de la economía, comparando su nivel actual con las fuertes depreciaciones ocurridas en sexenios anteriores. No es una buena imagen para el presidente que el peso pierda terreno frente al dólar. Ustedes saquen sus propias conclusiones.
Adicionalmente, después de la reacción del mercado, Claudia Sheinbaum salió a tratar de calmar a los inversionistas aludiendo al respeto de la autonomía del Banco de México, la disciplina fiscal y el combate a la corrupción.
Algo muy común en los políticos en nuestro país es salir a decir algo para quedar bien públicamente sabiendo que harán exactamente lo contrario, como ha sucedido con el gobierno actual.
Estimados lectores, que no los engañen, si el tipo de cambio está apreciado o en niveles bajos, no significa que el gobierno en curso ha sido fenomenal, ni tampoco que un tipo de cambio depreciado o elevado sea causa de un pésimo gobierno. Tenemos siempre que evaluar las condiciones de los mercados, las cuestiones políticas y económicas tanto internas como externas con el fin de conocer las causas que están afectando al tipo de cambio y así poder emitir una opinión correcta e informada.
Debemos estar pendientes de lo que ocurre con la Reforma Judicial y algunas otras que el presidente desee aprobar antes de terminar su administración y de la decisión de política monetaria que tomará el Banco de México el jueves 27 de junio, en la cual se prevé que dejen la tasa de interés sin modificaciones.
Mtro. Luis Alberto Bravo Pérez
Analista económico
Excelente artículo, bien documentado y muy claro en su explicación.